ÉRASE UNA VEZ

TÍTULO ORIGINAL     Once Upon a Time (TV Series)
AÑO     2011
DURACIÓN    
40 min.
PAÍS    
[Estados Unidos]
DIRECTOR     Adam Horowitz (Creator), Edward Kitsis (Creator), Greg Beeman, Mark Mylod, Dean White
GUIÓN     Adam Horowitz, Edward Kitsis
MÚSICA     Mark Isham
FOTOGRAFÍA     Stephen Jackson, Steven Fierberg
REPARTO     Jennifer Morrison, Jared Gilmore, Josh Dallas, Lana Parrilla, Ginnifer Goodwin, James Dornan, Robert Carlyle, Raphael Sbarge

Érase una vez una doctora que trabajaba para un medico cojo con muy mala hostia en otra serie y decidió irse a Storybrooke tras la visita de un niño que decía ser su hijo.

Segun este tierno infante la reina malvada había hechizado a todos los personajes de cuentos y los tenía bajo su poder en un pueblo cerca de Boston donde ninguno de ellos recordaba nada de su pasado y llevaban una vida "normal" alejada de su pasado como protagonistas de historias clásicas, y Emma llegará allí para tratar de derrotar a la Reina (convertida en alcaldesa) romper el hechizo, y como cantan Camela, hacer que zarpe el amor.

Así en cada capítulo se nos cuenta un cuento por duplicado (Hansel y Gretel, Pepito Grillo, Blancanieves, Caperucita Roja...), tanto en versión clásica, como quien son esos personajes en la actualidad y a que se dedican en ese pueblo (Me recordaba constantemente al pueblo de las Chicas Gilmore) mientras nuestra querida prota trata de averiguar los misterios del hechizo y como sacar a todos de esa influencia de la Reina/Bruja Mala ayudada por el chavalín y ya de paso intentar que Blancanieves y el Príncipe (a los que la Reina y Alcaldesa tiene una ojeriza tremenda) se enamoren ¬¬

Jennifer Morrison está tremendísimamente buena, pero no me pega para nada en esta serie, no me resulta creible pese a sus esfuerzos. El chavalín es repelente y dan ganas que lo enganchen del pescuezo constantemente. La malvada Reina tiene un morbo tremendo con ese aire autoritario y esa cara de mala hostia. Tal vez sea el papel más acertado. Da cosa ver a Robert Carlyle en este producto, un actor de su talento se ve relegado a una serie de este calibre, y sí, el tipo le intenta sacar brillo a su papel de Rumpelstinski pero es como intentar achicar a cubos el agua de un barco que se hunde.

Ah, en los efectos especiales es donde se notan claramente las ínfulas de grandeza lastradas por un presupuesto (supongo) no muy alto, y podemos comprobar que los efectos son de mercadillo, muy evidente en los cromas y situaciones fantásticas como castillos y demás.

Hoy en día, los creadores de la inmensa mayoría de series parecen plantearse que el nucleo principal ha de ser una "bonita" historia de amor, y después ya pensarán con que envolver ese romance, ya sea la edad media, la segunda guerra mundial, el espacio exterior o un universo paralelo (hola, fans de Fringe). Si no hay lagrimilla, no hay serie. Parece que tratan de captar al público sensiblero que de otra forma no vería esa serie...

Y colorín colorado, esta crítica se ha acabado, y que para la segunda temporada (si la hay) no cuenten con el menda.