Año 2009
Duración 90 min.
País Estados Unidos
Director Scott Sanders
Guión Byron Minns, Scott Sanders, Michael Jai White
Música Adrian Younge
Fotografía Shawn Maurer
Reparto Michael Jai White, Nicole Sullivan, Mykelti Williamson, Salli Richardson, Kym Whitley, Mike Starr, Phil Morris, Miguel A. Núñez Jr., Arsenio Hall, Cedric Yarbrough, Kevin Chapman
Productora Ars Nova
Le llaman por teléfono en mitad de sus ejercicios de kárate |
Antes de empezar a leer, si sois de los que os gusta sorprenderos con una peli diferente de la que no sepáis nada, no sigáis leyendo ni busquéis nada sobre esta película, simplemente, poneos con ella y luego me contáis.
Años 70, Black Dynamite es un tipo negro de éstos el pelo a lo afro, rodeado de chicas y experto en artes marciales que decide vengar la muerte de su hermano y de paso darle lo suyo al que metió la droga en los colegios del barrio, un tipo chungo rodeado de esbirros que no se lo pondrá nada fácil al bueno de Dynamite.
Vaya pelucas gastaban los colegas, parecen cerillas con pistolas |
Con esa premisa uno se queda un poco descolocado, pero a los 5 minutos, el espectador ya se posiciona y descubre qué está viendo una película homenaje al cine setentero de Blaxploitation, cuando por fin se empezaron a dar papeles protagonistas a los actores de raza negra, y era casi siempre en papeles de macarrillas de traje de terciopelo con pluma en el sombrero y música funky a tutiplén.
El director Scott Sanders revisa y ensalza los clichés del género y en cuanto vemos el vestuario o la forma de enlazar escenas (mal cortadas a propósito, fallos de raccord...). Se ven micros en pantalla que incluso le dan en la cabeza al protagonista. O la mítica escena que uno va conduciendo y el movimiento del volante no coincide con la carretera que se ve por la luna de atrás o como mira por la ventanilla mientras toma curvas... ya podemos intuir que la cosa aparte de homenaje, es una parodia en toda regla.
Dynamite poniendo morritos. Será para un selfie |
Hasta los propios actores no pueden evitar reirse en algunas escenas, y en otras directamente en mitad de una pelea se cambia al actor y no pasa nada. Desternillante.
En fin, que una película socarrona, ácida, con mucho humor. Para no tomársela en serio y disfrutar de este divertimento casi lisérgico.
De las pocas con las que me he reído bien en los últimos tiempos.
He aquí la famosa escena del micro que le da en la cabeza al prota |
No sé, no sé... me gustan las parodias (es obvio) pero según y como.
ResponderEliminarA ver, me gusta (y mucho) El jovencito Frankenstein, no me entusiasma Hot Shots, y no soporto las Scary Movies o Loquesea Movies ¿me va a gustar esta??
Ay, cómo echo de menos esas películas en que conducían moviendo mucho el volante a un lado y a otro! Qué nostalgia!
Cuesta creer viendo el cartel que tres personas hayan trabajado en el guión, pero si es una parodia... no me llama mucho la atención, pero parece original.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarA mí las parodias no es que me vayan mucho, pero si me animo a ver esta, te lo haré saber. Sublime esta frase "Vaya pelucas gastaban los colegas, parecen cerillas con pistolas". Jajaja.
ResponderEliminarSaludos!
Mr. Charly Hell, me parecio simpatica, hace pasar un buen momento. Cordiales saludos.
ResponderEliminarPues mira que viendo el cartelito pensé que ésta no iba a ser para mí. Pero lo mismo me atrevo. Por cierto, ¿has visto Hot Fuzz? Una parodia que me sorprendió bastante.
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