1408

 

 Título original   1408

Año   2007

Duración   104 min.

País   Estados Unidos

Director   Mikael Håfström (AKA Mikael Hafström)

Guión   Matt Greenberg, Scott Alexander, Larry Karaszewski (Historia: Stephen King)

Música   Gabriel Yared

Fotografía   Benoît Delhomme

Reparto   John Cusack, Samuel L. Jackson, Mary McCormack, Jasmine Jessica Anthony, Tony Shalhoub, Johann Urb

Productora

Dimension Films / MGM

"Ay que gustico, por aquí pasa el tubo de la calefacciòn"

Cusack hacía nudos de corbata muy raros

Michael Enslin, un escritor de temas paranormales especializado en casas encantadas, recorre Estados Unidos en busca de sitios escabrosos donde ha sucedido algo macabro y pasa allí una noche para comprobar que todo son historias de abuelas y que los fantasmas no existen. Un día revisando el correo recibe una postal que le invita a que no pase por la habitación 1408 del hotel Dolphin en Nueva York. Al principio no le da mucho pábulo, pero tras investigar un poco y ver las trabas que le pone el director del hotel insistiéndole en que elija otra habitación porque allí ha habido muchas muertes, se convierte en un acicate, y decide pasar la noche allí para ver que no pasa nada y que los fantasmas no existen... ¿verdad?

John en mitad de su noche toledana

Pues me topé con esta película por casualidad, ya que creía que se trataba de otra que andaba buscando (Timeline que va del año 1357, pero como uno tiene una mente distraida pues le pasan estas cosas) y una noche que no sabía qué ver y el cuerpo me pedía misterios -esa semana estuve escuchando muchos podcast de La Rosa de los Vientos- decidí darle una oportunidad a este thriller paranormal con John Cusack como protagonista y Samuel L. Jackson como misterioso secundario y basado en una obra del mismísimo Stephen King.

Quedarse la pantalla congelada, definición gráfica.

Y no me decpcionó, y más cuando hoy en día se abusa de la sangre, mutilaciones y asesinos despiadados, se agradece de vez en cuando una peli de éstas que da canguelo psicológico que crea sensaciones angustiosas y escalofriantes gracias a una buena puesta en escena y unos efectos sonoros bastante adecuados. Terror efectivo no apto para mentes sugestionables.

A destacar los primeros cincuenta minutos, buenos de tension, pero luego deriva y se pierde un poco.

Tal vez como pega, podría ponérsele en el desenlace, pero aún así, cumple su cometido de forma eficaz sin estridencias.

Así que cuiado cuando vayáis a un hotel, quién sabe lo que puede haber pasado en la habitación en la que vais a dormir.