EL HOMBRE DE LARAMIE

TÍTULO ORIGINAL     The Man from Laramie
AÑO     1955
DURACIÓN    
Trailers/Vídeos
101 min.
PAÍS     [Estados Unidos]
DIRECTOR     Anthony Mann
GUIÓN     Philip Yordan & Frank Burt
MÚSICA     George Duning
FOTOGRAFÍA     Charles Lang Jr.
REPARTO     James Stewart, Arthur Kennedy, Donald Crisp, Cathy O'Donnell, Aline MacMahon, Wallace Ford, Alex Nicol, John War Eagle, Jack Elam

"Pues ha quedado buena tarde, si. Hoy ya no llueve"

James Stewart, va desde Laramie con su carromato lleno de mercancías a venderlas a un pueblo llamado Coronado (como el del bífidus) aunque lo que no saben es que ha llegado a investigar la muerte de su joven hermano a manos de los apaches. Allí en el pueblo sólo encontrará hostilidad por parte de los lugareños (algo más que tirarlo al pilón) y en particular por el cacique y ricachón del pueblo y su hijo estúpido que verán en el bueno de James una amenaza para la tranquilidad del pueblo con tanta pregunta...

James se alteró mucho cuando vio el Ecce Homo de Borja.

Grandísimo western con todos los elementos clásicos del género, cowboys, pueblos en mitad de la nada, grandes ranchos, indios, peleas a puñetazo limpio, tratados de una manera pausada pero con criterio y buen gusto por parte de Anthony Mann.

La tensión está más en las miradas, en los gestos, en las conversaciones hostiles, en la contención de un buen puñetazo, aunque a veces es difícil reprimirse y nuestro protagonista se las tiene tiesas con los malutos del pueblo sin arredrarse si un metro.

Stewart está impecable, y aunque su imagen sea más bien la de un tipo soso, en esta cinta, está que se come la cámara, educado y formal como siempre, pero con un punto de rabia y de mala hostia que hacen de su interpretación un buen ejemplo de como encarar un papel en condiciones.

"Si vuelves a mencionar lo de mi vendaje te meto una bala entre ceja y ceja"

Tal vez unos malos de "mas peso" hubieran ayudado a la película, pero aún así, no desmerece nada.

Un buen western muy recomendable que los amantes del género disfrutarán sin duda. Así como los admiradores del gran James Stewart, entre los que un servidor se encuentra.