TEMPLARIO

TÍTULO ORIGINAL     Ironclad
AÑO     2011
DURACIÓN    
120 min.
PAÍS    
[Reino Unido]
DIRECTOR     Jonathan English
GUIÓN     Jonathan English, Erick Kastel
MÚSICA     Lorne Balfe
FOTOGRAFÍA     David Eggby
REPARTO     James Purefoy, Brian Cox, Kate Mara, Paul Giamatti, Jason Flemyng, Derek Jacobi, Charles Dance, Aneurin Barnard, Bree Condon, Mackenzie Crook, Jamie Foreman, Rhys Parry Jones, Vladimir Kulich, John Pierce Jones, Daniel O'Meara
PRODUCTORA     Vip Medienfonds 4 / Rising Star

"Mi jacaaaaa galopa y corta el viento cuando pasa por el puerto caminí-i-i-to de Jereeeeeeez"

Allá por el año mil doscientos y pico en Inglaterra gobernaba el Rey Juan, un déspota despiadado ante el que se rebelaron los hijos de la Gran Bretaña con ayudad de los templarios, obligándole a firmar que se retiraba del panorama. Pero claro era tan retorcido que en la sombra empezó a reestructurarse para hacerse con el poder de nuevo, pero no contaba con un grupo de rebeldes encabezados por un monje guerrero que le pondrán las peras al cuarto...

"Como me mola mi collar de Tous"

Esta peli es de esas de domingo por la tarde, de dejar el encefalograma plano mientras asistes al espectáculo de repartir mandobles a diestro y siniestro.

No aporta absolutamente nada nuevo, y como viene siendo costumbre ultimamente, abusa de la cámara en mano en las peleas cuerpo a cuerpo y en esta ocasión hace gala de un gusto por la casquería, el gore y los desmembramientos de buenos y malos.

Gustará a amantes de lo medieval y de la sangre por igual, así como a aquellos que disfruten con las historias épicas de asedios de fortalezas.

Las dos horas se me antojan excesivas para tan poco fuste.

"Quiero un collar como el barbas de arriba"

En el apartado interpretativo, de nuevo Purefoy me sigue recordando a Dave Gahan, el lider de Depeche Mode. Kate Mara no me pega en absoluto en esta historia y si acaso, cabe destacar un poco a Paul Giamatti haciendo de malo malísimo, aunque ni siquiera él logra hacer que esto levante el vuelo.

Una película no demasiado recomendable. Bueno, si se quiere uno desnucar en el sofá, va bien.